el tratamiento con productos químicos es fundamental para optimizar tanto la calidad del producto final como la eficiencia de los procesos de fabricación. Estos productos ayudan a blanquear, desinfectar y acondicionar las fibras, permitiendo que el papel obtenido tenga la resistencia, suavidad y blancura necesarias. Además, el tratamiento químico permite remover contaminantes y reducir impurezas en las aguas de proceso, logrando así un ciclo de producción más limpio y respetuoso con el medio ambiente. Esto no solo mejora la calidad del papel, sino que también asegura el cumplimiento de normativas ambientales, minimizando el impacto de los efluentes en el entorno natural.